Mi mamá niña
II. Los pájaros de Marcelina
La abuela Marcelina les enseñó
el juego de las manospájaros
pellizcando suavemente con los dedos
el dorso, una mano arriba y debajo otra
mientras les contaba que anduvo
en todos los transportes: el barco,
viaje largo y aburrido, olas y olas
igualitas
un desierto de agua pero los pájaros
un día vienen a cubierta y te alegran,
avisan que ya estás llegando y mi mamá
niña,
torre de manitos con sus primos escuchaban
a la abuela Marcelina hablar del tren
mientras la vía se iba haciendo
rumbo a los ingenios de azúcar. Los primos
subían y bajaban las manitos, al ritmo
que la abuela le iba dando. También el
sulqui
y la tierra del camino por eso tenía que
usar
sombrero o mantilla y después el automóvil
y el avión que la asustaban al principio
pero abuela Marcelina agradecía
usar batones y ya no el miriñaque ni el
corset.
A la cuenta de tres: Vuelen, pacaritos,
vuelen
y la galería se llenaba de aleteos,
manospájaros felices.
© Ohuanta Salazar
Nostalgia y belleza👏❤
ResponderEliminarBello.
ResponderEliminar...la galería se llenaba de aleteos...
ResponderEliminarQué bello!
Patricia Alonso.
Hondo y nostálgico Ohuanta. Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarPreciosura de poema Ohuanta! Pájaros "amaestrados" en libertad.Abrazo
ResponderEliminarPrecioso, me encantó.
ResponderEliminarMaria Gabriela Micolaucich
Gracias por traerme recuedos olvidados, hermosos momentos. Precioso poema.
ResponderEliminarHermosos los pájaros de Marcelina.
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