-En Marruecos
en la ciudad caminaba por las callecitas
era subir y bajar hasta perderme
en azulados laberintos
nunca fue triste recorrer sus calles
aunque azul sea el color de la tristeza
entraba en teterías
transportada por el bullicio de las voces:
¿España? me decían
¿Granada? ¿Sevilla? ¿Málaga?
cerraba los ojos en la ciudad azul
al sonar la música berebere
no permitían el alcohol
no estaba ebria cuando esa luz celeste
cruzó mi cuerpo y desbordó
mi corazón
y yo
la atea
pensé que así de azul debía
ser dios
© Celina Feuerstein
Una belleza!!
ResponderEliminarMe gustó mucho. Gracias.
ResponderEliminarpureza poetica.
ResponderEliminarGracias a todes por los comentarios amorosos!
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