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23/11/22

Poema de Carolina Brieux Olivera

 


La muñeca

 

Esa muñeca,

la frágil,

la cara.

 

¿Te acordás?

 

La que repetía  lo que le dijeras

si le apretabas bien fuerte

el brazo

una y otra vez.

 

¡Esa!

 

La que escondías  en el fondo de la valija

cuando ibas a la escuela

y siempre

 te olvidabas de sacarla.

 

La que  llevabas a la plaza

y hundías en el arenero

porque  a ella le daba risa

verte hacer castillos

con un baldecito y una pala.

 

Y le dabas de comer en la boca

cucharaditas de témpera  con agua

o bolitas de plastilina,

porque aunque fuese tan única

tenía que aprender que en casa

se come lo que hay.

 

La que revoleabas por la habitación

cuando  quería volar,

y también

 la atabas con cinta a la silla

para que se quedara quieta

por fin, será de Dios, ¡atrevida!

 

Y bañabas con la ollita de agua

hirviendo

para matarle los piojos

que se le puedan haber pegado

en tanto viaje de ida

o de vuelta.

 

La que no podía decir

otras palabras,

ni siquiera su propio nombre.

 

¡Esa!

 

La fallada,

la rota de una vez por todas.

 

La que está en el estante,

en una bolsa

detrás de esos libros.

 

¿Te acordás?

 

© Carolina Brieux Olivera

15 comentarios:

  1. Otra vez me siento muy distinguida y honrada en tu espacio, querido Gustavo. Un honor tu publicación. Gracias siempre. Este poema es muy querido para mi. Abrazo fuerte.

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  2. Muy bello tu poema Caro ❤️🦋 Graciela Ballesteros

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  3. Magnífica y sutil la nostalgia que trasmite tu poema Carolina. Más que justa la ilustración de Gustavo. Alfredo Lemon

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    1. Muy honrada Alfredo por tu dedicada devolución y lectura. Es verdad, la ilustración de Gustavo es certera y bella.
      Mil gracias por tu tiempo y la delicadeza. Abrazo.

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  4. Qué linda es la poesía de Carolina. Lo leí en voz alta para recordarlo siempre. Un abrazo.

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  5. Mil gracias Jorge. Un gran honor tu sensible y delicada lectura, y sobre todo, que lo recuerdes siempre. Otro abrazo para vos.

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