Exiliada en mi casa
respiro el aire
profundo
de la libertad
entre paredes altas y
un patio grande
con árboles, huerta y flores.
¿Soy un simple canario
hembra
o
me parezco a Dulce María? +
¿Encontraré como ella
en la tozuda permanencia
prisionera
la mejor manera de
cantar?
Abro las ventanas
la primavera está llegando
el ciruelo ya tiene sus ramas cargadas de
flores
pero el Covid trabaja
en los hospitales, salas de guardia,
cementerios.
Hay épocas
en donde la vida y la muerte
se parecen tanto como la libertad y el
encierro.
Dulce María Loynaz: escritora cubana,
autora de diversas y reconocidas obras en prosa y poesía. A partir del triunfo
de la Revolución Cubana se auto-aisló en su casa del barrio EL Vedado, en la
Habana, hasta su muerte en 1997. Siempre se negó a abandonar su patria a pesar
de los insistentes pedidos de los exiliados cubanos de Estado Unidos de Norte
América. Unos años antes de morir recibió el Premio Cervantes de Literatura, el
mayor galardón otorgado a los escritores en la lengua castellana.
© Inés Legarreta
Muy bueno Inés, sentido poema, recuerdo homenaje. Alfredo Lemon
ResponderEliminarGracias abrazo, Alfredo.
ResponderEliminarMuy buen poema. gracias por el recuerdo.
ResponderEliminarAna Romano.
Gracias , Ana, y abrazo. Inés
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