durante horas la gente se enfilaba
para entrar, poder hablar, y me decía
puede ser una cabina?
puede ser
una cabina?
puedo, creo que puedo
y de verdad soy una cabina, con su
cuadrada transparencia
de cabina
pero a veces
mis mambos se disipan
devienen firuletes
de un tubo de teléfono
un tobogán espiralado
y caigo caigo
caigo
y al cabo de cierto tiempo la caída
deja de ser un inocente juego
© Patricio Foglia
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