Lo turbio entre dos aguas
Arrugas como zanjas en los pliegues de la
seda.
Lo turbio corre entre dos aguas.
Ni virtual ni alucinado
hendido el tajo en el tejido
bastará un atajo
en el cuerpo de la pena que resiste
para descifrar
–azar mediante–
la oscura amenaza que late en la tela.
© Marta Ortiz
Centelleante y lúdico, muy bien dicho. Alfredo Lemon
ResponderEliminarHermoso poema, Marta querida, y me encanta la alteración de la jota!
ResponderEliminarEscueta tu palabra, canta vigorosa, esquiva el tajo. Sabiduría del atajo.
ResponderEliminarSusana Giraudo