Gente que ha vivido eternamente
en mi recuerdo
como adolescente.
Jóvenes que estudiaban, trabajaban,
se enamoraban.
Hoy
sus hijos
son mayores que ellos
cuando dejé de verlos.
En qué pozo del tiempo
quedaron aquellos muchachos y muchachas.
Qué vórtice arrasó con ellos.
Ya se fueron y no volverán,
aun cuando hayan
seguido vivos.
Aun cuando estén ahí
y sigan viviendo
en otra piel,
en el rostro y cuerpo añejos
que nos deja el tiempo.
© María Del Carmen
Marengo
Toda la nostalgisa. Bello!!
ResponderEliminarHermoso María!!!
ResponderEliminarGraciela Ballesteros.
Hermoso poema. Matías López
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