LA META
No nos concierne el divagar del otro
por senderos divergentes
ni en la encrucijada común importa
un encuentro casual de cuerpos.
Qué camino resiste el pie
en el follaje de la orilla.
La huida retorna a su causa
y se demora en disolverla.
Siempre se vuelve a la muerte
bajo este océano de vidas.
A través del divagar del otro
o en la encrucijada común
del conocimiento y la ignorancia
la meta al fin se alcanza.
© Luis Bacigalupo
Excelente, muy bien estructurado. Alfredo Lemon
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