Obsesivo como el plato de tierra
que sitia
el árbol. En la sombra
una hembra de luz espera el furcio:
quiere hacerse telón de la enramada
y gritarse.
Está más cerca que yo de mi locura.
Hace ya un tiempo empolva el estante.
Algunas mujeres se hacen libres
recién
cuando mueren.
© Silvina Vuckovic
Tremendo Sil! Gracias por tu decir. Abrazo
ResponderEliminarEn la silenciosa apariencia... alguien,rescata la perdida. Besos
ResponderEliminarMuchas gracias, querida Patricia, por tu comentario. Gracias, Gus, abrazo!
ResponderEliminarInquietante poema, para pensar, felucitaciones, querida Silvina, abrazos!!
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