Páginas

13/8/22

Poema de Ohuanta Salazar

  


Alojita cantada

 

La aloja es una bebida dulce y fresca hecha con vainas de algarrobo.

Bebíamos la versión sin alcohol cuando éramos niños.


En ese algarrobo sabía haber un pajarito

dele cantar y cantar, decía abuela.

Las vainas en el agua y ella

revolvía contándole cosas

que no escuchaban el abuelo ni la suegra,

después endulzaba y así alojaba

su aloja riquísima,

frescura en las siestas.

La mejor ¿quenó?, preguntaba

es la música de las semillas,

aloja cantada, decía.

Ahora abuela en cama olvida

los días, los nombres

pero recuerda hacer su aloja.

Los hijos le traen vainas y abuela

ojitos nublados mira sin ver,

las acerca y escucha,

estas semillas no están entonadas, se enoja

y grita palabras que nunca dijo antes.

Nadie le avisa de la pacha vendida

ni del cerco ni del dueño del algarrobo.

Los nietos, ladrones en la siesta

le traemos las semillas.

Abuela las escucha y sonríe.

Entonces mueve los brazos, imagina

y revuelve una olla invisible

le canta, le cuenta en voz baja y endulza

su alojita cantada.

 

© Ohuanta Salazar

5 comentarios:

  1. Una preciosura este poema.Abrazo. Inés Legarreta

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu generosidad, Gus querido

    ResponderEliminar
  3. Hermoso. Aún recuerdo el sabor de la aloja que la abuela, Hilda, nos preparaba en tardes amarillas de verano. Gracias, Ohuanta.

    ResponderEliminar
  4. Gran ternura en la memoria de la abuela. Bello!

    ResponderEliminar