ham
ham
bre
hambre
no se puede
hilar en el cerebro
una palabra completa
cuando se pegan
las paredes
de la panza
como si el mismo ham
ham
bre
hambre
se engullera las sílabas
-para engañar el estómago-
al nombrar una comida
puche
mila
pechu
asa
empa
ravio
panque
mata
no hay matambre
que mate el hambre
si está en la vaca
(y las penitas son nuestras).
© Mónica Angelino
Ganas de llorar...
ResponderEliminarMuy triste y excelente poema
ResponderEliminarLeonor Mauvecin
Necesario el poema social, muy elocuente ese juego de palabras y sílabas, felicitaciones, Mónica!!
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