SUEÑO QUE DUELE
Dentro de este dolor que es nuevo,
el sueño trata de acomodar mejor postura
debajo del sudario de la sábana.
Se despereza del día y de la pena
y entra
en un ritual de dicha simulada
que goza la inconsciencia y marcha
a la par del trote de la muerte.
Estirado sobre un jergón de lanzas
extravía su carnadura
y es sombra
que se desnuca
en el pozo oscuro de la almohada.
© Marita Rodríguez-Cazaux
Muchas gracias, querido Gus. Enorme generosidad.
ResponderEliminarExcelente texto, Marita. Un hallazgo poético, con lenguaje selecto. Dirbi
ResponderEliminar