Morfología de un nido
a lo sumo,
tus ojos abren las puertas del techo
y aparece la sábana oscura de lunares
blancos
y entonces, la noche nos magulla
con su conocido canibalismo entre las
torres
aledañas y sus tristes candelabros,
y somos dos planetarios con rutas y
directrices
para pasar con la lengua y las canciones,
así de peregrinos,
mientras en las ventanas del piso
mil amantes incitan, desde otros tiempos,
a presentar uno, dos dedos,
la mano entera, las dos manos, el alma,
el alma y su diatriba,
la acabada sinfonía de un orgasmo,
la música del silencio y su cigarrillo
manso
luego de tanta carnal circunstancia,
la circunstancia del abrazo, ahora, ya
mismo,
pronta a cerrar los ojos entre estas
paredes
sin respiraderos, dispuesta a soñar que
esta
libertad siempre viste tan desnuda.
© Mario Doldán
❤❤🦋
ResponderEliminarDelicado erotismo, tajante en el poema.
ResponderEliminarGracias Mario.
Abrazo fuerte
"dispuesta a soñar que esta libertad siempre viste tan desnuda". Destaco estos versos, en un poema donde lo cotidiano se potencia en imágenes muy logradas". Bravo Mario.
ResponderEliminarBellisimo el poema, Mario... una descripción maravillosa de dos amantes...
ResponderEliminarMargarita SF