En el sueño se abre el telón
de un escenario donde hay sobre una mesa
una caja y un serrucho.
Dentro de la caja está la muerte sonriente,
bellamente vestida con un traje de colores.
Con el serrucho comienzo a cortarle la
cabeza
que no deja de mostrar sus dientes,
luego sigo con el pecho seco y hueco
y termino con las piernas de caminar
la eternidad.
Por las hendiduras del cajón brota
un manantial de sangre blanca y reluciente.
(Aplausos)
Fin del espectáculo.
© Hernán Jaeggui
Siempre contundente la belleza de tu poesía, para leer y oír (o viceversa). Bravo profesor! Y que siga el espectáculo! Alfredo Lemon
ResponderEliminarHermoso❤🦋
ResponderEliminarConmovedor... gracias poeta
ResponderEliminar