el ciervo
levantó la cabeza
débilmente arrogante
el cazador lo miró
unidos por la belleza del encuentro
sabían que uno de los dos
cumpliría el pacto
el cazador tembló
hospedaje en espera
y el ciervo
fue cristal de sombra enamorado
© alba estrella
gutiérrez
excelente hermana!!!
ResponderEliminarMuy sugerente tu poema Alba! Abrazo
ResponderEliminarGracias
ResponderEliminarSujetos del instante , aún el instinto late. Besos Alba.
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