uno calcado de otro
así tus días
sepultado en la ausencia
que tu propia mano imprimió
nebuloso vacío baldío
como un terreno inútil
lleno de latas
de botellas
de malezas groseras
sin terrón para la hierbabuena
tus días son iguales
el jergón que soporta tu peso adormecido
los puchos apagados en el piso
requemada
hediondez
un pantalón
las medias
desparramados donde caigan
un rock
brutal vibrando
desde algún aparato
y la nada en tus ojos
en tu cabeza
joven en tu pecho
en tu voz
sin palabras
igual un día que otro
un mes una semana
has logrado
hacer transparente tu presencia
la vida
te atraviesa y no te ve
los días se suceden
indiferentes
consabidos
y te dejas durar
desperdiciado
informe
como una ameba en un charco de lluvia
hasta que el agua se evapore.
© Águeda Franco
Muy bueno. Alfredo Lemon
ResponderEliminarDulces palabras para una historia.
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