el osteópata
hunde su peso
en la planicie de mi sacro
se inclina irreverente
en el amplio volumen de mi muslo
contorsiona con habilidad
la fosa de mi coxis
cada ligamento/cada fibra
cada inserción
llora y se desangra
/la incertidumbre
es un hueso poroso
frágil ante los vendavales
/el miedo
es una válvula abierta
que no deja pasar el aire
ahoga, suprime
/la angustia
es una membrana de noche
que impide las caricias del sol
yo lo dejo
al osteópata
manosear mis músculos
mis vértebras
la oscuridad de mi pecho—
lo dejo
y lloro por dentro
© Valeria Verona
<3
ResponderEliminarOh! Inmenso. Gracias!
ResponderEliminarOh es muy inmenso !!! Gracias.
ResponderEliminarMuy bueno!! V.S.Mouro
ResponderEliminarExcelente, original, descriptivo, profundo. Gracias! Alfredo Lemon
ResponderEliminarGracias a todos por leer y por sus comentarios. Alimento al alma.
ResponderEliminarMe dolió, sentí propios esos masajes!
ResponderEliminarBesosss
Gracias por leer.
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