Poema de Tomás Modesto Galán

  

Protagonismo maldito

 

Cuando salí del útero de mi madre

tenía un padre, venía de vez en cuando a verme

tenía derecho a la infancia en las panaderías

Claro era cristiano, tenía derecho a una cruz

Era heterosexual por antonomasia y naturaleza

Aunque no supiera qué significaba esa palabra

Tenía derecho a una pistola por tres días,

a un par de granadas diseñadas para el juego

para la bazuca varias balas que encontré en la Salcedo

Un antifaz, un traje de Red Rider, un caballo blanco

para el Llanero Solitario, una capa, cierta verdura

una ametralladora que iluminaba sueños

Tenía derecho a recorrer la ciudad en busca de leche

tenía una enfermedad dispuesta a acariciar

los bolsillos de mi padre, el kiosco de mi madre,

gallinas para alimentar las borracheras

de mi hermano mayor, conejos para mis gatos

Tenía un pulpo a mi servicio reluciente y adulto

cuando la riqueza del cemento echó raíces

la vieja Belén me trajo un caballo de paso fino

Tenía pollos blancos, pardos, golondrinas pintas,

invasores que entraban en mi pieza de verde

llevándose las armas que me trajeron los camellos

un día descubrí que toda posesión era una ilusión

incluyendo a mi padre, a mi madre, a mis peces

ya no tenía el país sin asalto, la luna sin hambre

las playas perdieron su dimensión ficticia

el mundo se deshacía como una pompa de jabón

de cuaba, tenía derecho a seguir al cura de procesión

aprender un latín de tres palabras para persignarme

tenía derecho a ir al oratorio de las películas baratas

gozaba plenamente de derechos de inquilino

podía cruzar las trincheras oír disparos, dormir en el suelo

divisar al invasor derribar una puerta de juguete

tenía derecho a una ciudad tomada a golpe

mi risa tenía derecho a la esperanza.

 

© Tomás Modesto Galán