Alas, hilos, olas.
En estas tres palabras todavía cabe casi
toda la poesía.
En estas tres palabras todavía cabe casi
todo el deseo,
casi todo el delirio.
No. No debe ser suficiente.
Tiene que haber algo más.
Tiene que haber otro rincón,
otra trinidad, otro salto al vacío.
Un salto al vacío donde las alas no se
anuden,
donde los hilos no atrapen la marea,
donde las olas no ayuden a volar.
Tiene que haber un pequeño paraíso
en alguna parte,
en alguna coma, en algún paréntesis
valiente.
Tiene que haber una grieta
por donde se cuelen los soplidos más
inesperados,
algún mundo de músculos abiertos
y zapatos que conozcan el camino.
Tiene que haber multitudes
con los pies manchados de pureza.
Sí. Tiene que haber poesía
hecha de voces orgullosas de su coro.
Voces sin alas, sin hilos, sin olas.
Voces de tierra fértil y espaldas anchas.
Voces de pan.
Voces de victoria.
Tiene que haber.
© Sebastián Olaso
ahh!, lo recuerdo en tu voz! ez
ResponderEliminarHermoso poema, Sebas. Como siempre lo.es tu palabra
ResponderEliminarMuy bueno! Alfredo Lemon
ResponderEliminarExcelente y tan en tu estilo. Me encanta que sea un poema de esperanza, porque sí, tiene que haber pies manchados de pureza y voces de pan.
ResponderEliminarTe quiero
Juany Rojas
Celebro las voces de pan y tú poesía, siempre. Abrazo, Seba. Fabiana León
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