ESTABA ESCRITO
Nadie me dijo por dónde ir
aunque vi huellas en el suelo
y me guiaron al fondo,
a ese rincón oculto en la memoria.
Olvidé algunos rostros
pero no lo dicho aquella tarde
mientras todos dormían
y en la radio
alguien repetía un nombre.
Adoré esa voz,
la fuerza en el acento,
una música que venía de lejos,
la misma que escucho ahora
cuando la ciudad duerme
y veo una foto que me resulta familiar,
como esa tarde, esa voz,
como las manos de mi madre.
© María Laura Decésare
Conmovedor. Gracias, Alfredo Lemon
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