Un azul de campanillas
van tiñendo mis
recuerdos
y aroma de paraísos
perfuman hoy
mi silencio…
Palomitas montieleras
vuelan alto en
ese cielo.
Cierro los ojos
y me pierdo
en el camino sin huellas
caminito que me deja
al borde de la laguna
celosamente cuidada
por elegantísimos teros.
Extraño, añoro y escucho
en este silencio nuevo
un canto de cardenales
y un murmullo de torcazas
que van llamando al recuerdo…
Cómo quisiera volver
a mi pueblo montielero,
sus flores de paraísos
van perfumando mi cuerpo
mientras te evoca entre
lágrimas
la noche de mi silencio.
© Maria E Faini Adonnino
María, tu poema me hace evocar lares que no pierdo, que llevo conmigo.
ResponderEliminarA la vez viajo, y sueño. Me quedo un ratito en tus palabras, como si conociera los pasos que siguen.
Cristian Jesús Gentile
"Y allá se observa Diamante/ a 80 m.del agua..." ...muy lindo¡
ResponderEliminarBELLO!
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