licores
apuro el vaso mínimo y
pienso mientras la
garganta avisa que
soy tu hija
padre
bebo con devoción
estos licores
me hago isla cuando
tengo miedo
yo no sé desarmar
esas cuestiones y vos
no tuviste tiempo
tengo algo que perdimos
ese tiempo a mí me sobra
como sobra el hilo
que cae
por los bordes de un vestido roto
qué haremos
padre
con los hilos de esta trama
habrá un lugar donde
encontrarnos y fumar
fumar como antes?
vos sacabas tus negros y
comprabas mis rubios
padre ya no
fumo
desde que te fuiste
no fumo
no sé extirpar estos
rumores
sigo bebiendo
los licores de
la angustia compro
compro todo lo que nunca
seré y te ofrendo
padre
te ofrendo la que no seré
la que no viste ni verás
te ofrezco el humo del
cigarro que no vuelve
las vetas de este aire
luminoso que aborrezco
dame de tus nubes
padre
dame de ese cielo que
no existe
de ese azul grisáceo que
sabemos
no existe padre
pero igual lo pido
con la misma fe
con que esa vez te
pregunté si había un cielo
te pregunté si me querías
si había un rincón para
no escondernos padre te pregunté
para bailar a la vista de todos
y fumar
y beber hasta caer
redondos
redondos y felices padre
como nunca fuimos
© Marcela Minakowski
Marcela felicitaciones por tan maravilloso poema. Destaco ese diálogo intimista y emotivo con un padre que ya no está. Me emocionó. Bravo!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Vilma!
ResponderEliminarRedondos y felices padre, como nunca fuimos.
ResponderEliminarMarcela te felicito.
Me llegó al corazón.
Marilyn Zumbo