Cambio de color
A veces se puede
reconstruir un trayecto si
hurgamos entre capas
muy profundas de nuestras acciones.
Se piensa: qué hacemos
cómo llegamos hasta aquí
quién está bajo nuestro techo
si esto sirve para seguir
en modo programa
con la llama activa
a pesar de la tormenta.
Y sospechamos
matar, matarse, morir de muerte
herida derramada, es un desvío
si se busca despegar en el viento.
Y sospechamos
en medio de ruinas
la carne blanda se derrite
en pocos minutos
cuando la fogata cambia de color.
© Fernando Gabriel
Caniza
¡Qué bello poema! Gracias Fernando, y gracias, Gus, por publicarlo.
ResponderEliminarExcelente 👌 Fer!!!
ResponderEliminarFelicitaciones, Fernando! Abrazo! María Cecilia Piscitelli.
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