El cuerpo humano tiene su propia memoria. Hecha de dolores, deseos y debilidades. El cuerpo de un árbol recuerda las tormentas y las sequías, la escasez y la abundancia. Todos los cuerpos tienen sus huellas. La escritura es el cuerpo que no olvida.
© Valeria Cervero
Muy bueno, exacto y cierto: "Todos los cuerpos tienen sus huellas". Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarGracias Valeria por el poema.
ResponderEliminar