Talampaya
¿Qué verán los arqueólogos mañana
cuando encuentren los rastros de mi paso?
¿En qué especulaciones se leerán a sí
mismos
hurgando en los vestigios de extraños
petroglifos?
El cincel de la historia horadará,
implacable,
la paciente y rotunda terquedad de la
piedra.
Donde el cóndor despliega su sombra
soberana
serán estalactitas las lágrimas de ausencia
y arena irreversible los objetos queridos.
En cada plenilunio, el dolor silenciado
desgarrará su eco ancestral, primigenio.
El puma, sigiloso, intuirá la presencia
de caricias perdidas bajo escamas de
cuarzo,
y, una vez más, el tiempo preservará el
secreto
y en su áspera garganta guardará la
quebrada
las voces del pasado, lo que nunca
sabremos.
© Claudia Ferradas
Bienvenida Claudia a éste sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos/as. Abz, Gus.
ResponderEliminar¡Mil gracias, Gustavo! Un orgullo ser parte de tu generoso proyecto.
ResponderEliminarexcelente poema!!!...de alto vuelo...
ResponderEliminarmaria del mar
En verdad, son muchas las riquezas de este mundo, poeta. La tarea es descubrirlas y pronunciarse.¡Gracias!
ResponderEliminarHermoso poema, Claudia, pleno de contenido y con gran peso rítmico. Gracias, Gus, por no cansarte nunca. Abrazos x 2
ResponderEliminarMuchas gracias, Silvina!
EliminarBienvenida... Claudia 🌹.
ResponderEliminar"...el tiempo preservará el secret..."Bello poema .
ResponderEliminarExcelente poema, felicitaciones.
ResponderEliminarAnahí Duzevich Bezoz
¡Muchas gracias a todxs por leerme y por sus comentarios!
ResponderEliminarEl tiempo, la historia y nuestro paso efímero por la tierra. Gracias. Inés Legarreta
ResponderEliminarBienvenida Claudia con este buen poema.
ResponderEliminarAbrazo.
Ana Romano.
¡Excelente poema, felicitaciones!! Y bienvenida!!
ResponderEliminarGracias Claudia. Gracias Gustavo por tu ejemplar difusión.
ResponderEliminarBienvenida Claudia! Lindo poema! Dolores Pombo
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