En el
resbaladizo asfalto
huyen las
luces.
Murallas de
todos los tamaños
trazan
paralelas hacia lo alto.
Los pies se
agrandan
sosteniendo el cansancio.
El ómnibus
sus sudores
miradas que
piden.
Una sonrisa
redonda
una voz
cuadrada
un grito
lineal…
Desciendo,
el barrio
en Silencio.
Alguien me toca la espalda.
© Olga Cabrera Ladu
Muy bueno, tan vivido...
ResponderEliminarGenial! Como todos los poemas de Olga. Gracias Gus, por compartir.
ResponderEliminarMaestra de la palabra, Olga! GRACIAS, GUS,
ResponderEliminarPor Dios... que hermoso que escribe mi madre. 👏👏🙌🤩
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