EVA
Yo, Eva, la mujer que inaugurara la
memoria,
con
la primera sangre virginal
derramada sobre la huella del hombre
busco un atajo, una salida.
El mundo toca a su fin.
Soy la última de la especie.
El Paraíso es sólo un recuerdo breve y
tibio de la luz.
Me niego a subir a la barca sin monedas
y aquel que tiene la noche colgada de los
ojos
el barquero del infierno, aprieta mi
cuello.
Sorprendentemente sus manos no son frías
y el rostro que la capa cubriera de tanta
muerte
es hermoso.
Sobre una guarida de besos,
mis manos lastiman la cordura,
tensan el arco purpura de la tarde.
Herido por el asombro y la infinita
contingencia de los recuerdos
Caronte me ama.
Como un hombre
como pájaro un segundo antes de la flecha.
Mi soledad, tiene la dimensión exacta de
sus brazos.
Un ángel nos clava un cuchillo de tiempo
y la última estrella tiene el rostro de
Dios.
© Marta Elena Guzmán
Excelente poema. "El mundo toca a su fin.../ El Paraíso es sólo un recuerdo breve y tibio de luz". Gracias! Alfredo Lemon
ResponderEliminarComo nos tiene acostumbrados tal exquisita poeta. Gracias por existir!!!
ResponderEliminarMaravilloso!.
ResponderEliminarMaravilloso!
ResponderEliminarHermoso poema Marta.Abrazos
ResponderEliminarLeonor Mauvecin