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26/6/22

Poema de Amalia Mercedes Abaria

 


A “EL PENSADOR DE RODIN” 

 

Y es que aún la duda acucia

sobre el vacío o la completud

del corazón.

 

Un torbellino enardece cada partícula

y el camino  es como una luz detrás del horizonte.

 

Pero el viaje es largo y puede ser tan profundo

como un abismo en la tierra.

 

Solo el silencio.

 Que nadie cruce sus

pasos de mundo o que el sonido

de las estrellas que se apagan

enturbien la atmósfera de caverna sola.

 

En una rápida  procesión va un corazón doliente

y el nombre de alguien  tiene que desaparecer.

 

Los fantasmas duelen como sombras que acechan.

 

Largo es el camino y profundo como un abismo.

Hay  susurros que avanzan como flechas

pero no hay cuerpo ni piel ni recuerdos.

No debe haber.

 

Todo debe ser pesado en el  justo cuerpo de la

vida o de la muerte.

¿ Y el corazón podrá resistir?

Qué señales , qué brújula mostrará

sus colores, su vestimenta de desahuciado

de mendigo, de penitente .

Y luego del largo momento del silencio

un temblor, un soplo,

un estallido,

brotando de unos párpados

que parecían ausentes.

 

© Amalia Mercedes Abaria

4 comentarios:

  1. Oh muchas gracias Gustavo por publicarme este poema. Ante la estatua de Rodin quedé muy impactada y luego escribí el poema. Abrazo!. Amalia

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  2. Tu poema esculpe un homenaje a la belleza y a la maestría de un gran creador. Quien vio alguna de sus estatuas, lo atestigua. Me encantó, gracias! Alfredo Lemon

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