Esa noche...
Se adentró en el bosque/ y asiendo a la
noche/ se sentó a su lado/ se quitó el sombrero y enrolló la ruana/ estiró las
piernas/ respiró profundo y empezó el relato...
Qué loca aventura/ qué negra la noche...
Delirio absoluto/ desboque total.
Suenan las campanas.
© Sonia Quevedo
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