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21/5/22

Poema de María Teresa Andruetto

  


Las amigas de mi abuela


Íbamos a verlas

los días de los muertos,

cuando la muerte no dolía.

Mi madre (que era hermosa y usaba

tacos altos) nos llevaba de la mano,

se pintaba la boca. Hablaban piamontés,

la palabra cerrada en la garganta a gritos.

Nos ponían vestiditos blancos de piqué

y volvíamos con olor a gladiolos,

a margaritas. Tenían una casa oscura

las amigas de mi abuela, y el tamaño

de un hombre. Ellos en cambio

eran flacos, frágiles como niñas:

se llamaban Geppo,Vigü,

Gennio, Chiquinot.

 

© María Teresa Andruetto

4 comentarios:

  1. Hermoso poema. Gracias.

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  2. Me encantó. Esos nombres con cadencia piamontesa... la lírica de las casas de otro tiempo-otro mundo.
    Me recuerda a mis tías, hermanas de mi papá... hablaban en Piamontés cuando querían decir algo que no debía llegar a los niños. A veces cantaban alguna canción " cuesta noche stamo di farra, cu lo violine, cu la guitarras" (así los escuchaba yo).
    Abrazo.
    Verónica M. Capellino Rando

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  3. Hermoso me trajo la casa de mis abuelos piamonteses. Gracias
    Un abrazo Graciela Barbero

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