EL WAIRA
Humahuaca,Humahuaquita,
subí mil escalones
sobre tu cerro oscuro
que cobijan las piedras
como alas de aguilucho,
para llegar al monumento
de la Independencia.
Recorrí senderos
apunada,
aferrando muros
de casitas iguales,
envuelta por el abrigo caliente
de la brisa
y bajé a tu plaza
donde los coyas venden
sus artesanías,
cuando el santito asoma
en la torre de la iglesia
y da la hora.
Allí me dijo alguien
-En la ciudad,
viven ustedes apiñados
los blanquitos
con raíces extranjeras..
Fue Waira ,el indio
vendedor de sikus.
Pude ver entonces,
entre churquis y cardones
su mirada brava
y una pena ancestral
mientras me daba el sikus.
-No importa que ahora
no tenga plata,
me la manda desde Buenos Aires-
dijo el Wuaira.
Su pena no era por él,
era por mí.
© Lydia Helander
Hermoso poema, comprender la sabiduría...
ResponderEliminarAbrazos
Elisabet
Hermoso
ResponderEliminarHermoso Lydia queridaaa
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