Resquicios
Anduvimos de pie tras la vigilia.
Desmesuras del ayuno evocando el juego.
Golpe de manos
polvaredas y perros sin eje.
No olían las horas a demora
no dolía el barro, las espinas
la tierra en las rodillas.
En voz alta me decías:
adentro la luz deforma
necesito aire
Sin reparos.
© Karina Lerman
Un duro poema.
ResponderEliminarBello.
Gra Bucci