Poema de Ernestina Elorriaga
Piedras de eternidad cortan el filo de los
días
saltan bajo el aguijón punzante del taladro
en la calle enmarcan el rostro de un hombre
lo demoran
el polvo
que es un
cerco de nieve en sus ojos
se entrevera a la lágrima que duele
el rictus
una puñalada que no encuentra su corazón su
mano agarrotada se detiene
piensa en el hombre que fue en quien va
siendo
intenta un alarido y de su boca
huye un niño llevando en su corazón una
piedra que quema
© Ernestina Elorriaga
Etiquetas: Ernestina Elorriaga
1 comentarios:
Muy bueno Tina. Rotundo final. Gracias! Alfredo Lemon
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