Páginas

8/4/22

Texto de Tomás Daniel Quintana

 


A esta altura…

A esta altura de la vida / uno tiene el cuero / acribillado de recuerdos, / de voces, de gestos, de señales; / tatuado con palabras / de lumbre y tierra, / de agua y viento / y con una multitud / abigarrada / de silencios estridentes. 

A esta altura de la vida / uno guarda en sus entrañas, / o en el alma, / una mágica bitácora de besos, / un mapa imprescindible / de abrazos y miradas, / un prolijo inventario / de esperanzas torrenciales, / de utopías derrotadas, / de naufragios y de balsas, / de intemperies y de abrigos, / de muertes  y resurrecciones / cotidianas.    

A esta altura de la vida / uno sigue deshojando / los caminos / y arrastrando sus baúles / colmados de cicatrices oxidadas, / algunos pocos milagros de juguete, / una vieja libreta borroneada / con olvidos imposibles / y memorias obstinadas, / una carta de plenilunios y de eclipses, / un derrotero de esquinas y de calles / jalonados de instantes imborrables. 

A esta altura de la vida / uno carga en sus espaldas / niños de todas las edades, / una legión de muertos / en acecho, / algunas mujeres sin olvido, / unos ángeles  procaces, indecentes, /  un par de diablos entrañables / y un poema de amor / interminable. 

A esta altura de la vida / uno desangra días / y  gasta noches / con la piel  arada por los años.

 

© Daniel Tomás Quintana

12 comentarios: