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27/4/22

Poema de Silvia Susana Durruty

  


ELLAS


Aquellas mujeres, las que nos precedieron,

susurraron palabras en el viento.

Tantas veces, cerrar la puerta, antes de abrirla.

Alguien tenía que rescatar sus sueños,

la alegría detenida en el mantel a cuadros,

los anhelos dispersos en el olvido,

el piano enmudecido, los dibujos descartados,

garabatos de un poema.

Obediencia debida.

Algún amor que se apagó

antes de encenderse en llamas.

Una noche, trasnochada, cada mujer amada

nos habló al oído. Entendimos

los ruegos, la súplica,

el deber de liberarlas de sus tumbas

para abrir las puertas de sus jaulas,

para ir a correr, para ir a jugar,

por su derecho a soñar.

Todo lo que reprimieron, lo que callaron,

secretos encofrados en cáscaras de nuez.

Entendimos el deber

 

de transmutar los huesos secos

en gritos dulces para las hijas,

 

de humanizar los rostros adustos

enmarcados en sepia sobre las repisas.

Entendimos el deber de desatar las amarras

de cada mujer amada, por ellas,

por las que nos precedieron.      

 

© Silvia Susana Durruty

3 comentarios:

  1. Gracias por compartir mi poema Gustavo. Es un orgullo para mí participar del blog.

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