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13/4/22

Poema de Roxana Palacios

 


Broncoespasmo

 

Mi hija tiene un mundo aparte,

lleva países recortados en la espalda,

la negación del suyo, incluido su lenguaje.

Cuando era un bebé, solo reía,

           madera pivotante y pasto verde,

cantándole a los animales como si los prefiriera

por sobre las personas.

En la adolescencia quería parecerse a mí,

le enseñé a plancharse el pelo con cuidado

de no quemarlo. Usaba mi ropa y comía

grandes cantidades de cereal mientras escribía

nombres propios en la superficie de un cráneo

que compartía con sus compañeros de estudio.

Algunas noches, la soledad o el vacío 

llegaban a mí con rumor de broncoespasmo. 

Yo la abrazaba, apoyaba mi mano en el vapor 

de su garganta, algo intangible en el abandono 

            del aire entre los pequeños dientes 

como barcos en la deriva del ahogo.

 

¿Cómo vas a comprenderla si ni siquiera

comprendés la vida?, le respondió Confucio

a Chi-lu cuando quiso preguntar sobre la muerte.

 

© Roxana Palacios

12 comentarios:

  1. Hermosamente profundo, Ro!! Beso grande! María Cecilia Piscitelli.

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  2. David Sorbille dijo...
    Magnífico poema!! Un abrazo

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  3. Muy bello; Ro!! Gracias! Jime Cano

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  4. Y esta manera de decir tan tuya y profunda…una vez más me quedo en el poema. Gra Bucci

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  5. Tremendo poema. Tremendo.

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