Finitud
Me
acorrala un tiempo de muertes
Sin piedad
se
esconde entre las sombras.
Sucumben ante ella,
amigos profundos, solares del alma,
de
piel sensible y andar luminoso
por territorios de pausa y agonías
Llegaron como partieron,
en silencio,
acariciaron
el viento en cada amanecer,
Capitanes de la aurora
La muerte, los llevó con sus garras ocultas,
los
convocó hacia la eternidad
en los oráculos del cielo y sus fantasmas.
Con ellos, la bruta,
la impiadosa y certera muerte
se lleva
un crespón de mi vida
convierte en luto los días plenos ,
La
muerte es impune.
No
conoce la vida.
© Norberto Barleand
Buenisimo y conmovedor
ResponderEliminarBello,intenso!
ResponderEliminarContundente y muy cierto Norberto. Con un final preciso: "La muerte es impune./ No conoce la vida". Saludo desde Córdoba, Alfredo Lemon
ResponderEliminarAbrazo Norberto, gracias te digo en nombre de esos amigos que tenes presentes.
ResponderEliminarMuy triste pero qué gran homenaje este poema a tus amigos que siempre estarán en tu corazón.Un abrazo! Amalia
ResponderEliminar...La muerte no conoce la vida. BRAVO, POETA. Felicitaciones con abrazo desde Mar del Plata.
ResponderEliminarQué fuerte, Norberto, gracias por esta puesta en recuerdo
ResponderEliminarTremenda impunidad.
ResponderEliminarFuerte, cierto y conmovedor tu poema que habla por muchos de nosotros. Y éste abrazo querido amigo. Soy María Paula Mones Ruiz
ResponderEliminarBellísimo poema Norberto! Silvia Durruty
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