Hoy necesito un cielo en esta dura noche,
se derrite el alma en la cantera del tiempo
y mi voluntad no es más que una letra
desprolija.
Ya no recuerdo cuando murió mi padre,
cuando dejó de flotar mi hermano
o cuanto miedo tuvo mi madre,
todas las gaviotas se arrastran por el aire
y solo necesitan los recuerdos,
una respiración galvanizada
y la delgada brújula bien decidida.
Solo una lámpara basta
para que un hijo se levante radiante,
encuentre la puerta y salga.
© Daniel Arias
... necesito un cielo en esta noche...
ResponderEliminarHermoso y fuerte poema!
Patricia Alonso.
tan bello en su doliente decir. Gracias, Roxana Palacios
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