Y LA NAVE VA
( A
Federico Fellini)
La nave
está ahí, aún.
Se escuchan
cantos.
Son ángeles
bajando desde las estrellas más profundas.
Son voces
subiendo desde los corazones
que dejan
en el aire un color de viaje
que ha de
llevar a la muerte o a la gloria.
En el
muelle, también, se ven rostros de ternura
Parecen
tener la misma alquimia de la voz,
el mismo
aliento encendido por el oro de un sueño,
el mismo
desmesurado anhelo por ese designio en el mar.
Pero no es
así, no.
Algunos
sufren la sospecha de un fracaso inevitable
otros
murmuran un mezquino secreto para
vencer al
enemigo.
Y el buque
parte al fin.
Todos
bailan y ríen bajo el esplendor de la noche
(una
cubierta con espejo de luna).
La voz de
la ópera emerge, expansiva,
hacia un
mundo que perdura,
envolviendo
sensual,
vivamente
la luz de
la nave.
Queda un
surco vivo, como de magia, sobre el mar.
© Amalia Mercedes Abaria
Bellísimo y enigmatico texto. Beso grande. Adriana Dirbi Maggio
ResponderEliminarMuchas gracias Gustavo! Este poema lo escribí luego de haber visto el excelente film de Fellini. Un abrazo! Amalia M Abaria!
ResponderEliminarBello poema!!
ResponderEliminarPatricia Alonso.