DUELO ENTRE CARA Y CECA
En reverso
expira la frase del adiós
en un callejón cualquiera.
Tu brazo me atrapa con azul de escaparate
y
despide al náufrago que fui en tiempos de bachata
cuando en una nave casino
el mascarón de proa me sostuvo
con sus dientes
de Neptuno contrariado.
En reverso
campanas que suenan a muertos
componen el bolero que bailamos en Vallarta
sobre baldosas de espuma.
Tu brazo me atrapa entre blanco de Cibeles
y soy quien arroja manzanas de oro
y emparejado león
que te acaricia con su garra.
En anverso,
soy ungido sacerdote que en la piedra
vigila tu féretro precoz
y alimenta al arbusto del milagro
que envía tu brazo amarillo de otoño
y me acuna en mi silencio.
Por una ventana embargada de cielo
asoma tu rostro
con ceniza entre los labios,
cancelo tus párpados entre mis besos.
Arrojo de canto la moneda
de esta historia que no acaba
y que en reverso y anverso,
en un sempiterno desfile de carrozas
lanzadas al aire por caballos bucéfalos
me atrapa con su látigo
para que entienda
cómo
es el duelo,
y vuelca sobre el tapete de mi intemperie
al inconcluso reloj de arena
con la suerte proscrita
antes del tiempo.
© Noemí Correa Olivé
Excelente! Gracias Noemí! Alfredo Lemon
ResponderEliminarMuchas gracias, Alfredo!! 😘
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