Palabra inútil
Mi voz era un perro
un grito que nadie escuchaba
y decía tanto, decía tanto.
Hacía poesía de mis lágrimas
y con la esperanza una acuarela.
Me amordazaban
los versos caían
a una tumba
indiferente, profunda.
Dibujé cada letra
de mi historia
y en ella la historia
de todas las mujeres islámicas.
Nadie
leyó
nadie escuchó.
Las palabras se rompieron
en mil pedazos inútiles
sobre ellas
llovieron piedras
para silenciarlas.
© Gladis Domínguez
Gladis: y tu poema " dice tanto, tanto".
ResponderEliminarTremendo. Gracias por compartir.
Teresa Vaccaro
Sentires e imágenes que se abren como un caleidoscopio. Celebración! Alfredo Lemon
ResponderEliminarMuchas gracias Gus.
ResponderEliminarGracias Teresa Vaccaro y Alfredo Lemon por sus comentarios.