El juglar
(Verano de 1400)
¿Dónde está mi caramillo de abedul?
¿Y mi pandero de piel de burro?
¿Era triste o alegre la canción?
«Pena, pena, pena.
El Cielo nos envió a este mundo».
¿Dónde están mis zapatos de piel de oveja?
¿Y mis pinceles de pelo de buey?
¿Era triste la canción?
«Pena, pena, pena».
Sólo me queda este sayal, esta escudilla de
barro,
los ojos que todavía escrutan la solapada
curva de las cosas.
«Pena, pena, pena.
Desde el Cielo nos fue enviada
inconsolable pena».
© Diego Roel
Excelente! Poesía elevada y notable. Bravo Diego. Alfredo Lemon
ResponderEliminarMe encantó. Tiene fresco sabor arcaico. Gracias. Un beso grande. Adriana "Dirbi" Maggio.
ResponderEliminarTan musical y Bello! Gracias Diego
ResponderEliminarBuen poema. La música acompaña.
ResponderEliminarAna Romano.
Original Diego, bello poema.
ResponderEliminarSaludos