Resistencia
La resistencia tiene el sabor del vicio.
Un fuego narcisista
convencido de arrasar imperios.
Y te digo de fe en el tiempo
De la paciencia de los nervios
El grito perfecto de la flor en la nieve.
La resistencia se te mete en cada hueso
y lucha mano a mano
con el margen de la hoja,
bombardea el renglón,
te empoema la mirada
atravesando el hormigón de cada verso
leído.
Ya nada se lee igual,
el abecedario te queda rengo.
La resistencia no busca redención
Embiste con el pecho
la bala imposible
hasta respirar sangre desde el vientre de
un dragón
y seguir resistiendo,
que es lo más parecido al miedo
de abandonar y perderlo todo
y que la masa se lleve tus ojos
con toda la guerra de mi pequeñez
atrapada en un puño.
La resistencia escupe la oreja a la muerte
rogando
que los todos los duelos sean solo sobre mi
cajón,
no soy tan fuerte
para tirar el polvo
sobre tu alma,
ni vestir de negro las banderas
descosiendo los pasos.
La resistencia no sabrá de peronismo
cuando me faltes.
Morderá el llanto a gritos
hasta arrancarlo.
Saltará de la trinchera a quemarropa
sin plan y sin armas
mientras los diarios hablen
del vestido que la primera dama
desfiló en Holanda el día después.
Pero alguien sabrá
que en este culo del mundo,
que en esta masacre mil veces violada
en los rincones de cada congreso,
que en este epígrafe de la gloria
la resistencia siempre habló de amor.
Que todas las batallas bien ganadas
en este planeta
a punta de pueblo
son libradas de la mano
Y que solo tu libertad
abrazándome
puede aflojar el cuchillo de mis dientes.
© Andrea López
Qué hermosa es tu poesía, Andrea. Me gustó mucho lo que leí en la web. Saludos.
ResponderEliminarBellísimo poema. Duele la guerra.
ResponderEliminarGraciela Barbero