INCERTIDUMBRE
No estaba en el plan
y ahora un gran espacio
interroga la escena.
No hay oráculos ni precisiones.
El horizonte
un remoto agujero negro,
incógnita para la noche
y el día.
El alto follaje
arroja sus señales
pero no las vemos.
Los peces lustran sus escamas
antes del cadalso.
Ojos encandilados salen
de sus órbitas pero no ven.
Algunos buscan el límite
entre lo cierto y lo incierto.
Las predicciones científicas
no salen de su asombro
y asombran sus contradicciones
largos debates inundan
los medios de incomunicación.
El futuro es una nube negra
que inunda cualquier aventura.
Las palabras se mudan a pañuelos
descartables
pero
nadie quiere llorar.
Nadie quiere llorar.
Muchos se esconden en las vidrieras
Otros compran pelucas
y antifaces para la próxima
fiesta de carnaval.
Pero no habrá ni corsos
ni bailes
las serpentinas volarán de balcón
en
balcón
y unos silbatos despertarán
a los ancianos sobrevivientes.
La incertidumbre es así
sin espejos, sin programas
solamente ir sin miedos
hacia la oscuridad.
© Amalia Mercedes
Abaria
Gracias Gustavo por publicarme este poema, escrito en plena pandemia. Abrazo!
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