¿Oís la animalidad suelta
de cada uno?. Como si algo nuestro
viniera desde lejos. Un relincho
entre varios como conciencia.
Entonces, un orgullo refulgía
en las bocas, de pie junto a las crines.
Y en los niños más salvajes
restaba el galope fino
en aquella purísima alegría.
© Karina Lerman
ResponderEliminarfelicitaciones. me llegó profundo junto a la belleza de la imagen! susana zazzetti
Bello! Gracias!
ResponderEliminarHermoso poema! Abrazo
ResponderEliminarbelleza siempre, Lerman!!, abrazos, Ro
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