LA VEREDA EN EL ÁRBOL
La desintegración niega la desintegración: no hay nada que desintegrar.
¿Dónde estoy? En un mundo que es delirio, pero no hay delirio. En un mundo que parece tener sentido cuando sale el sol, pero en el fondo está el delirio.
¿Y qué es el mundo? Un vino sin botella, solamente vino flotando en el
mismo vino que se desangra como si no hubiera más tiempo que el que se rompe.
© Gabriel Francini
La poesía de Gabriel es toda una postura filosófica.
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