La luna se devora cada noche al día por
nacer.
La tierra nos devuelve a la espesura de los
signos.
Y ha de correr con rieles el futuro
intenso, agazapado.
En cada historia develada
en cada mano
un gesto
una mirada
nos aguarda.
Otro sol
y el nuevo día
crece
narrando los silencios.
El río arroja a la llanura
el poder secreto de las aguas
surcando el horizonte y la memoria.
© Patricia Cuaranta
Muy bueno
ResponderEliminarHermoso, querida Patri, felicitaciones!!! 💖💖
ResponderEliminarTan real!!
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