Y estoy yo, ateo, sin iglesias, milagroso
Leopoldo Castilla
Dependo de mí
del rezo de los difuntos
de las espaldas del azar
del fruto
que desprendan los espejos
voy por el camino
pierdo de vista
las cúpulas
las falsificaciones
los apagones de la brisa
el clandestino paso
del incendio
escucho a las crías
de lo fragmentado
huelo el aroma de lo superfluo
observo la columna quebrada
de las distracciones
el lado carcomido de lo natural
y sigo
tal vez lo milagroso sea
esta cuchara que alza la claridad
que destraba la espesura
para que yo sepa
que todavía no es tiempo
de alejarme de todo.
© Liliana Chavez
Hermoso poema y con esas "crías de lo fragmentado". Gracias.
ResponderEliminarSiempre, MAESTRA!
ResponderEliminarUsted siempr genial. Griselda Rulfo
ResponderEliminarGracias por compartirlo!!!!!!!!!! Muy buen poema, qué imagenes.
ResponderEliminar¡Hermosísimo poema, querida Lily!! Felicitaciones... y Felicidades!! 😘😘
ResponderEliminarQué poema! Gracias por compartirlo. Muy bueno!
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