Me acuerdo de los boletos capicúa
no sé por qué me acuerdo
pero yo juntaba
y junté como diez
a lo largo de un tiempo de certezas.
Calculaba las probabilidades
de que eso sucediera
y siempre era fantástico
que me pasara a mí.
Entonces
sólo los juntaba y los dejaba por ahí
en un libro, el bolsillo, un cajón
no era importante guardarlos
porque no servían para reclamar
los boletos capicúas
otorgan suertes efímeras y nunca se sabe
cuándo van a suceder.
Podría estar ocurriendo ahora mismo
una suerte
o mañana
o capaz que ya las gasté todas.
Nunca se sabe.
© Irene Scalabrelli
me gusta este poema sobre algo tan trivial como un boleto de transporte.Pero era así.Guardábamos el boleto capicúa," algo nos traería".recuerdos del ayer
ResponderEliminarImpecable evocación, muy bien escrita. Alfredo Lemon
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