Agua
Una mano cava un pozo
y el pozo le habla.
Los dedos hacen oídos sordos.
Las uñas molestas se llenan de tierra.
La otra mano decide actuar.
Era para enterrar?
Era para enterrarte?
Creo que era para enterarte
más que nada.
Porque cada porción de tierra
que vuela
y se esparce
es un poquito de ti.
Cuando el pozo
iba a la altura del codo
la tierra se hizo arena.
Y con la arena soñaste el agua
Y que fue del amor?
Gritaba el corazón
Al llegar la noche
las piernas erguidas y sobresalientes
eran la cruz perfecta.
Y te perdiste y fuiste nadie y todos.
En el sin lugar.
En el sin tiempo.
© Dardo Passadore
placer leerte! susana zazzetti
ResponderEliminarDardo que lindo ver y leer aquí tu poema. Abrazo. Marta Comelli
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